Descripción

Esta receta nos permite cocinar el salmón para que resulte con un aspecto, sabor y olor prácticamente igual al del salmón ahumado, con la diferencia de poder hacerlo en casa con salmón comprado en el mercado a un precio muy inferior al que tiene ya elaborado por el proceso de ahumarlo. Advertir que como primer paso para esta elaboración ES IMPRESCINDIBLE CONGELAR EL SALMÓN PREVIAMENTE, de manera que se mate cualquier bacteria o parásito que pudiera contener el pescado. Con que lo congelemos 24 horas en el aparato de casa será suficiente. Una vez descongelado, procedemos de la siguiente manera…

Lavamos el salmón bajo el grifo y secamos con un papel absorvente, retirando los restos de agua y grasa suelta, y de la telilla que recubre algunas zonas. Quitamos las espinas con unas pinzas si fuera necesario.

En un bol mezclamos a partes iguales azúcar y sal gruesa, añadiéndole a la mezcla eneldo picado en la proporción de un octavo del peso del azúcar y sal juntas. En un fuente, hacemos una cama con la mezcla terminada y ponemos el salmón con la piel hacia arriba, para después cubrir el salmón con el resto  de la mezcla, como si fuéramos a prepararlo a la sal, al horno. Cubrimos con film transparente, sellando bien para que no se mezclen olores, y lo metemos en la nevera poniendo un peso encima, como se ve en la foto, que he utilizado un brick de leche. A las 24 horas pondremos otro peso igual (otro brick) sumado al existente.

Pasadas las cuarenta y ocho horas sacamos del frigo y retiramos la costra de azúcar y sal. Sacamos el salmón y lo lavamos bien debajo de agua, para eliminar cualquier resto. Secamos con un papel absorvente y aderezamos con aceite de girasol y unas ramitas de eneldo. Si se desea, se le puede poner ralladura de limón. Cortamos finamente y servimos acompañado de pan y mantequilla.