Descripción

Nugget es una palabra inglesa que significa «pepita», es decir, trozo pequeño de algo. Este receta es muy popular en restaurantes y fast food anglosajones por servir para el aprovechamiento de los restos de pollo de la limpieza de las piezas principales. De hecho, los que aquí os presento están elaborados utilizando la carne que saqué de las carcasas de las pechugas, que me sirvieron para hacer el caldo de ave, que utilicé como fondo para otros guisos, hice sopa de picadillo con la carne y el caldo, y todavía sobra para estos nuggets y unas croquetas de pollo que os pondré en otro post.

Para realizarlos, picamos la carne del pollo lo  más finamente posible. Recuerdo que, en este caso, la carne ya está cocida, pero se puede hacer igual con carne de pollo cruda. Sí es importante picarla a cuchillo, ya que la picadura de la carnicería la deja demasiado gruesa. Picamos también una cebolla lo más fina que podamos, de manera que tanto los trozos de carne como la cebolla tengan el mismo tamaño.

Echamos ambos ingredientes en un bol, salpimentamos y añadimos un huevo, trabajando y mezclando la masa hasta que tenga la consistencia de una bola que se pueda manejar cómodamente.

Ponemos la bola entre dos trozos de film transparente y aplanamos, formando una torta, hasta que tenga el grosor adecuado, manteniendo bien apretada la masa. El grosor ha de ser adecuado al tamaño final del nugget, y de dicho grosor dependerá que quede más o menos jugoso.

Cortamos en trozos y los reservamos. Pondremos tres platos con harina, huevo batido y pan rallado para empanar los trozos de pollo cortados. Finalmente los freímos y dejamos escurrir sobre un papel absorbente. Emplatamos con alguna salsa para acompañarlos o alguna verdura de guarnición…